Polinización de las abejas

La actividad más importante que llevan a cabo las abejas es la polinización. Se trata de un proceso necesario para que las plantas crezcan y se reproducan, por lo que las abejas son necesarias para llevar a cabo la polinización.

En esta entrada vamos a ver cómo es el proceso de polinización de las abejas, cómo se realiza y por qué es importante.

¿Qué es la polinización?

Cuando las abejas recogen el néctar y el polen de las flores de una planta, parte del polen de los estambres de la flor (el órgano reproductivo macho de la flor) se queda pegado al pelo de las abejas.

Después, las abejas visitarán otras flores para recoger más néctar. Durante este proceso, parte del polen que transporta la abeja cae sobre el estigma de la flor (el órgano reproductivo hembra), produciéndose lo que se conoce como polinización.

abeja polinizando una flor

Cuando esto ocurre, la planta se vuelve fértil. A partir de entonces, comienzan a crecer sus frutos y semillas.

Las plantas atraen a las abejas

La polinización de las abejas es un proceso que se lleva produciendo desde que existen como especie.

Las plantas como tal, dependen de las abejas y de otros insectos para reproducirse y crecer. Es por eso que con el paso de las generaciones, las plantas se han ido adaptando para ser más atractivas para las abejas.

Por ejemplo, las plantas con flores tubulares con mucho polen y néctar son las que más atraen a las abejas. También les llaman mucho la atención las plantas con aroma floral y que tengan colores luminosos o brillantes.

¿Por qué es importante la polinización de las abejas?

Como hemos comentado antes, la polinización favorece el crecimiento y la reproducción de las plantas. Si no hubiera polinización, otras especies animales y vegetales que dependen de algunas plantas no podrían crecer y terminarían extinguiéndose.

Es por ello que la polinización de las abejas es fundamental para la cadena alimenticia. Hay gran cantidad de alimentos que dependen directamente de la polinización de las plantas para que sean elaborados.

Algunos ejemplos de estos alimentos son la almendra, las manzanas, espárragos, la coliflor, pepinos, berenjenas, lechugas, cebollas, ciruelas, calabazas … Como veis, si no hubiera polinización de las abejas es probable que muchos de estos alimentos dejaran de producirse.

La polinización también tiene un efecto en las frutas. Aquellas flores que son visitadas con más frecuencia por abejas, producen frutos más grandes y con mejor forma que aquellas flores que recibieron menos abejas.

Otras especies polinizadoras

La polinización no se realiza exclusivamente por las abejas. Es un trabajo colaborativo que llevan a cabo muchas especies animales, y que incluso indirectamente es posible que se produzca gracias a que el viento y el agua pueden transportar polen de una flor a otra.

Por ejemplo, los pájaros son excelentes polinizadores. Especialmente los colibríes, que son atraídos por plantas de colores luminosos como rojo o naranja.

Otra especie animal muy importante de cara a la polinización son los murciélagos. Es una especie nocturna, por lo que se ven atraídos sobre todo por las flores con olores intensos.

Por otra parte, el viento también consigue polinizar muchas plantas. Normalmente aquellas que llaman menos la atención de los polinizadores animales o que no producen néctar. El polen de estas flores suele ser tan ligero que una simple racha de viento es capaz de llevarlo de una flor a otra.