Los Zánganos

Los zánganos son las abejas macho en una colmena. La principal diferencia con respecto a las abejas hembra es que ni tienen aguijón, ni salen a recolectar miel ni polen. Se podría decir que la única función del zángano es fecundar a la abeja reina.

¿Qué son los zánganos?

Los zánganos pertenecen a la familia de abejas que producen miel (o abejas melíferas). Su tamaño es considerablemente más grande que el de una abeja obrera, aunque generalmente más pequeño que la abeja reina. En algunas zonas de Latinoamérica también se les llama sánganos.

Zángano, abeja obrera y abeja reina

Los zánganos aparecen sobre todo en primavera, ya que es cuando comienza la estación reproductiva de la colmena. Por lo general, la vida de un zángano es de aproximadamente 3 meses. Coincide con la estación reproductiva, que va desde la primavera hasta el comienzo de otoño.

Sobre la pregunta de cuántos zánganos hay en una colmena, durante la temporada alta en verano una colmena de abejas sanas tiene de media unos 200 zánganos. Al no aportar como mano de obra en la recolección, son mantenidos por las abejas obreras. En nuestro artículo de tipos de abejas puedes ver más información sobre las abejas obreras y la abeja reina.

Entonces, ¿cuál es la función de los zánganos? Llevar a cabo la fecundación de la abeja reina, que se produce durante el vuelo de fecundación o también llamado vuelo nupcial. Tras el acto, el zángano muere ya que se desprende sus zonas genitales.

Una abeja reina no copula con un solo zangano, sino que lo hace con varios, y va almacenando el esperma en su interior.

Anatomía

Los zánganos se caracterizan porque sus ojos son dos veces más grandes que los de las abejas obreras o reina. Su cuerpo, como ya hemos comentado, es también más tosco y su abdomen es más grueso.

ojos de zangano comparado con los ojos de una abeja obrera

Se trata de un cuerpo pesado, pero que debe volar lo suficientemente rápido para acompañar a la reina en el vuelo nupcial. En general, el tiempo medio de vuelo de un zángano es de unos 20 minutos.

A finales de otoño, cuando finaliza la época reproductiva de la colmena, los zánganos mueren o son directamente expulsados de la colmena por las propias abejas obreras.

Si esto no fuera así y perdurasen en la colmena el resto del año, agotarían los recursos y reservas de la propia colmena y supondría el fin de todas las abejas que viven en ella.

Función de los zánganos

La función principal de los zánganos es estar listos para la fecundación de la abeja reina.

Generalmente los zánganos de una colmena no fecundan a la abeja reina de la misma colmena. Esto es debido a que la abeja reina es capaz de volar más lejos que los zánganos, hasta una zona de acumulación de zánganos.

El apareamiento entre el zángano y la abeja reina normalmente tiene lugar en una de estas zonas de acumulación de zánganos.

Si por el contrario un zángano se empareja con una abeja reina de la misma colmena, se ha demostrado que después producen un patrón de cría irregular donde se quedan varias celdas del panal vacías. Esto ocurre porque muchos de los huevos que produce la abeja reina se convertirán en propios zánganos en vez de en abejas obreras, y son las propias abejas obreras quien eliminan esta cría.

panal de abeja con celdas de cría irregulares

La cópula ocurre durante el vuelo. Para ello los zánganos necesitan una gran visión, lo que explica el gran tamaño de sus ojos en comparación con el resto de abejas.

Al finalizar la cópula, el zángano pierde el control sobre su cuerpo y se precipita al suelo. Parte de su endofalo se queda unido a la abeja reina, lo que ayuda a guiar al próximo zángano hacia la abeja reina.

Aunque los zánganos están especializados en la fecundación de la reina, no es su única función 🙂 Cuando la temperatura en una colmena se sale de los límites normales (por ejemplo en invierno), todas las abejas generan calor temblando o a través del movimiento de sus alas. En este caso, los zánganos también se unen a la causa ya que son muy eficaces por su gran tamaño.

Cría artificial de abejas reina

Los apicultores que se dedican a criar abejas reina de forma artificial, necesitan de una gran cantidad de zánganos acumulados para proceder a la inseminación de una abeja reina. Esta práctica es muy común debido al alto precio que puede alcanzar el comercio de abejas reina.

Comportamiento

Los zánganos, al contrario que las abejas obreras, no se dedican a la recolección de néctar ni polen. Tampoco tienen aguijón, por lo que los zánganos no pican.

Como medida de protección, si un zángano se ve amenzado o se siente en peligro, balancea su cola y emite un zumbido bastante característico con el objetivo de asustar a su enemigo.

Como su propio nombre indica, los zánganos no madrugan. Vuelan en abundancia durante la tarde y se juntan en las zonas de congregación de zánganos a una distancia considerable de su propia colmena.

El órgano reproductor del zángano

El órgano reproductor del zángano se le llama endófalo, y se sitúa en el interior de su abdomen. Se caracteriza por liberar gran cantidad de esperma a gran velocidad.

Durante la cópula, el endófalo sale hacia fuera y se introduce en la abeja reina. Esto se consigue gracias a la contracción de los músculos abdominales del zángano, que aumentan la presión de la sangre siendo capaz de hinchar el endofalo.

El apareamiento entre un zángano y una abeja reina dura menos de 5 segundos, y generalmente se completa en 1 o 2 segundos. Se realiza durante el vuelo, y una misma abeja reina es capaz de aparearse con hasta 20 zánganos.

Cada zángano muere tras la cópula, y si la cámara del aguijón de la abeja reina no estaba lo suficientemente abierta, el apareamiento no tiene éxito. Su eyaculación es tan fuerte que su endófalo se rompe durante el apareamiento y el zángano cae al suelo.

La parte que queda en la abeja reina se conoce como «signo de apareamiento«. Sirve como una atracción para los otros zánganos ya que refleja la luz ultravioleta (y las abejas son atraidas por la luz ultravioleta).

Zonas de congregación de zánganos

El acto entre el zángano y la abeja reina se lleva a cabo lejos de la colmena, en las zonas de congregación de zánganos.

En estas zonas, una gran cantidad de zánganos esperan la llegada de las abejas reina vírgenes, y pueden llegar a tener un radio de hasta 200 metros.

Dado que los zánganos mueren al final de la época de reproducción (en otoño), en la primavera siguiente nacen nuevos zánganos que deben encontrar cuáles son estas zonas de congregación.

No se conoce cuál es el patrón que decide cuáles son estas zonas, pero generalmente suelen ser zonas de terreno abierto, lejos de árboles y colinas donde el vuelo esté protegido del viento. También hay estudios que comentan que la atracción magnética de la tierra juega en papel importante en lo que los zánganos entienden como zonas para la congregación (ya que tienen buena cantidad de magnetita en sus células).

Se dice que en las zonas de congregación se reunen zánganos de hasta 200 colonias distintas, por lo que pueden juntarse unos 30000 zánganos. De esta forma se garantiza que existe la diversidad genética suficiente para la fecundación de las abejas reinas vírgenes.

Mientras están en espera, los zánganos vuelan de forma pasiva esperando a que llegue una abeja reina virgen. Un zángano es capaz de volar durante unos 20 minutos hasta que tiene que volver a la colmena a alimentarse.

Cuando la abeja reina llega, se produce una carrera para intentar aparearse con la abeja reina ya que son detectadas gracias a las grandes capacidades visuales de los zánganos. En ocasiones se forman nubes de zánganos que persiguen a la abeja reina.

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